Ramón Palomares nace el 7 de mayo de 1935 en Escuque, estado Trujillo. Miembro fundador del Grupo Literario Sardio. En 1952 obtuvo el título de maestro normalista en la Escuela Normal Federal San Cristóbal. Se graduó como Profesor de Castellano y Literatura en el Instituto pedagógico de Caracas (1958). Enseñó en colegios de educación secundaria en el estado Nueva Esparta, en el estado Trujillo y en el Distrito Federal. Licenciado en Letras en la Universidad de los Andes, de la que fue profesor titular de Literatura.
En 1958 publica su primer libro de poemas: El Reino, por la editorial del grupo Sardio. Por esta época forma parte de Sardio, al lado de intelectuales como: Salvador Garmendia, Adriano González León, Guillermo Sucre, entre otros.
En 1963 se suma al movimiento estético El Techo de la Ballena, y participa como editor de la revista Rayando sobre el techo.
En 1966 la editorial Seix Barral, de Barcelona, publica la Antología de la poesía viva latinoamericana, de Aldo Pellegrini. Por Venezuela están: Ramón Palomares, Rafael Cadenas, Juan Calzadilla, Juan Sánchez Peláez y Francisco Pérez Perdomo.
Recibe el Premio Nacional de Literatura en el año 1975 por Adiós Escuque.
Le es conferido el Doctorado Honoris Causa el 14 de junio de 2001, en el Aula Magna de la Universidad de los Andes. En un acto sin precedentes, estuvo acompañado de Juan Sánchez Peláez y Rafael Cadenas, también merecedores del Doctorado.
Vivió en Mérida hasta su muerte, la cual acaeció el 4 de marzo de 2016 debido a una cardiopatía. 



Entre el río
A Edmundo Aray

Voy a entrar en un río
me quito la ropa y entro y le abro la puerta
y miro adentro de su casa
y voy a estar sentado en las sillas negras
y en los espejos;
cuando hable escucho qué dice y qué quiere
y cómo manda a todos y dice que se va a remolinear
y veré cuando sus patas empiecen a despedazar la ladera.

Tomaré agua de su corazón y me beberé su cuello
y haré gárgaras y escupiré adentro
y en los ojos le pondré piedras y le quitaré los diamantes y los pedazos de oro
y de ojos le pondré unos gatos
y veré qué vestidos se pone y cómo hace para correr
y si está durmiendo le escarbaré a ver qué sueña.

Yo vi qué come el río y vi su mesa
y tenía platos como guayabas podridas y ganado muerto y casas
y todas las siembras que se llevó
y un hilo verde, muy verde, como un ángel.
Me estuve sentado viendo un gran campo que estaba debajo
y allí cantan todos y se ponían morados
hasta que se oyó una voz durísimo
y salieron iglesias y calles de las nubes
y todos corrieron
y comenzó el río a decir que se iba a morir.

Paisano (1964)



Dice que ya no le hacen falta flores
A Baica

Dice que ya no le hacen falta flores que paqué
Que se las guarden pa la fosa dice
Que se la lleven a la Inmaculada dice
Yo no
    A mí no
Por eso está cortando todo
                                     Por allí por allá
No deja nada con cabeza
     Los almendrones se pusieron blancos cuando
                                                pring!
     Comenzó a darles encaramado en la escalera
                                                 El
     que vive envenenado
A las gallinas
   Al perro
   A las matas de rosa
   A todo A todo lo voy a fregar dice
Paqué flores
   Paqué tanto animal
   Pa puro echar jaretas!
   Y Pring,
   Suena el machete en la ramita
   Corta el filo y en el tronco
Que se friegue todo
   Que se fuña
   Y ya en la casa no es más que afanar
   Y corta que te corta
                                  Y “¡Bajemeeso!”
   Y “¡Tumbemeeso!”
  “Qué caray”

Adiós Escuque (1968-1974)





Mi padrino tiene una pesadilla
Al Catire Hernández

Se despertaba dando gritos
Déjenlo! No se metan con él
Déjenlo!

Y abría tamaños ojos
hasta que se encontraba de nuevo
Entonces se tocaba el corazón
Suspiraba…

Ay cómo está cansado de ese largo viaje
hasta tantos años atrás
en los patios de café
por los potreros,
en las calles empedradas donde rechinaban los cascos de tanta bestia…

La noche está pesada decía
El tiempo está pesado decía
La vida está pesando mucho… mucho

Adiós Escuque (1968-1974)




El patiecito
A Pedro Parayama

Me dijo mi padre el Dr. Angel
Qué haces Rómulo?
Estoy desyerbando el patiecito
   voy a sembrar
       Pero…
¿Adónde está lo que te di Rómulo?
De qué estás viviendo?
Bueno soy escribiente padre
   Escribiente.
Entonces
   No fuiste lo que yo soñé
Ay padre
   lo que soñaste se lo llevaron las aguas
   Ahora solo hay malezas
   malezas ¿ve?
   Estoy limpiando el patecito


Adiós Escuque (1968-1974)





El alma dándole de beber
Para Alberto Patiño

Llene este vaso
Llénalo y llévalo hasta su corazón Beba
Haga beber su corazón
Beba con sus ojos Beba con su frente Beba otra vez
Ya está!
                          Mire ahora
¿Qué me dice del Fondo? No ve acaso una flor?
Sí Esa es la flor que anda en Usted Ai va su flor
         Color de vida Sí
         Bien puede ser el infortunio
         Ai está el cielo bajo
          Ya su peso lo abruma
         Contra las piedras dan sus huesos
         Cuidado! Mire los arreboles
         Aguante
          Agárrese bien duro
          Pero no vaya a asirse a una quimera
          Es de la vida que se agarra el mortal Es del vaivén
Ya viene el viento negro Ya le encima su muerte
          Ya lo despedazó
Vuelva Cierre los ojos
Florecita Quién te ha mandado disvariar
Mi corazón está cantando
Dando brincos Volando está mi corazón

Adiós Escuque (1968-1974)


Ramón Palomares




Ramón Palomares nace el 7 de mayo de 1935 en Escuque, estado Trujillo. Miembro fundador del Grupo Literario Sardio. En 1952 obtuvo el título de maestro normalista en la Escuela Normal Federal San Cristóbal. Se graduó como Profesor de Castellano y Literatura en el Instituto pedagógico de Caracas (1958). Enseñó en colegios de educación secundaria en el estado Nueva Esparta, en el estado Trujillo y en el Distrito Federal. Licenciado en Letras en la Universidad de los Andes, de la que fue profesor titular de Literatura.
En 1958 publica su primer libro de poemas: El Reino, por la editorial del grupo Sardio. Por esta época forma parte de Sardio, al lado de intelectuales como: Salvador Garmendia, Adriano González León, Guillermo Sucre, entre otros.
En 1963 se suma al movimiento estético El Techo de la Ballena, y participa como editor de la revista Rayando sobre el techo.
En 1966 la editorial Seix Barral, de Barcelona, publica la Antología de la poesía viva latinoamericana, de Aldo Pellegrini. Por Venezuela están: Ramón Palomares, Rafael Cadenas, Juan Calzadilla, Juan Sánchez Peláez y Francisco Pérez Perdomo.
Recibe el Premio Nacional de Literatura en el año 1975 por Adiós Escuque.
Le es conferido el Doctorado Honoris Causa el 14 de junio de 2001, en el Aula Magna de la Universidad de los Andes. En un acto sin precedentes, estuvo acompañado de Juan Sánchez Peláez y Rafael Cadenas, también merecedores del Doctorado.
Vivió en Mérida hasta su muerte, la cual acaeció el 4 de marzo de 2016 debido a una cardiopatía. 



Entre el río
A Edmundo Aray

Voy a entrar en un río
me quito la ropa y entro y le abro la puerta
y miro adentro de su casa
y voy a estar sentado en las sillas negras
y en los espejos;
cuando hable escucho qué dice y qué quiere
y cómo manda a todos y dice que se va a remolinear
y veré cuando sus patas empiecen a despedazar la ladera.

Tomaré agua de su corazón y me beberé su cuello
y haré gárgaras y escupiré adentro
y en los ojos le pondré piedras y le quitaré los diamantes y los pedazos de oro
y de ojos le pondré unos gatos
y veré qué vestidos se pone y cómo hace para correr
y si está durmiendo le escarbaré a ver qué sueña.

Yo vi qué come el río y vi su mesa
y tenía platos como guayabas podridas y ganado muerto y casas
y todas las siembras que se llevó
y un hilo verde, muy verde, como un ángel.
Me estuve sentado viendo un gran campo que estaba debajo
y allí cantan todos y se ponían morados
hasta que se oyó una voz durísimo
y salieron iglesias y calles de las nubes
y todos corrieron
y comenzó el río a decir que se iba a morir.

Paisano (1964)



Dice que ya no le hacen falta flores
A Baica

Dice que ya no le hacen falta flores que paqué
Que se las guarden pa la fosa dice
Que se la lleven a la Inmaculada dice
Yo no
    A mí no
Por eso está cortando todo
                                     Por allí por allá
No deja nada con cabeza
     Los almendrones se pusieron blancos cuando
                                                pring!
     Comenzó a darles encaramado en la escalera
                                                 El
     que vive envenenado
A las gallinas
   Al perro
   A las matas de rosa
   A todo A todo lo voy a fregar dice
Paqué flores
   Paqué tanto animal
   Pa puro echar jaretas!
   Y Pring,
   Suena el machete en la ramita
   Corta el filo y en el tronco
Que se friegue todo
   Que se fuña
   Y ya en la casa no es más que afanar
   Y corta que te corta
                                  Y “¡Bajemeeso!”
   Y “¡Tumbemeeso!”
  “Qué caray”

Adiós Escuque (1968-1974)





Mi padrino tiene una pesadilla
Al Catire Hernández

Se despertaba dando gritos
Déjenlo! No se metan con él
Déjenlo!

Y abría tamaños ojos
hasta que se encontraba de nuevo
Entonces se tocaba el corazón
Suspiraba…

Ay cómo está cansado de ese largo viaje
hasta tantos años atrás
en los patios de café
por los potreros,
en las calles empedradas donde rechinaban los cascos de tanta bestia…

La noche está pesada decía
El tiempo está pesado decía
La vida está pesando mucho… mucho

Adiós Escuque (1968-1974)




El patiecito
A Pedro Parayama

Me dijo mi padre el Dr. Angel
Qué haces Rómulo?
Estoy desyerbando el patiecito
   voy a sembrar
       Pero…
¿Adónde está lo que te di Rómulo?
De qué estás viviendo?
Bueno soy escribiente padre
   Escribiente.
Entonces
   No fuiste lo que yo soñé
Ay padre
   lo que soñaste se lo llevaron las aguas
   Ahora solo hay malezas
   malezas ¿ve?
   Estoy limpiando el patecito


Adiós Escuque (1968-1974)





El alma dándole de beber
Para Alberto Patiño

Llene este vaso
Llénalo y llévalo hasta su corazón Beba
Haga beber su corazón
Beba con sus ojos Beba con su frente Beba otra vez
Ya está!
                          Mire ahora
¿Qué me dice del Fondo? No ve acaso una flor?
Sí Esa es la flor que anda en Usted Ai va su flor
         Color de vida Sí
         Bien puede ser el infortunio
         Ai está el cielo bajo
          Ya su peso lo abruma
         Contra las piedras dan sus huesos
         Cuidado! Mire los arreboles
         Aguante
          Agárrese bien duro
          Pero no vaya a asirse a una quimera
          Es de la vida que se agarra el mortal Es del vaivén
Ya viene el viento negro Ya le encima su muerte
          Ya lo despedazó
Vuelva Cierre los ojos
Florecita Quién te ha mandado disvariar
Mi corazón está cantando
Dando brincos Volando está mi corazón

Adiós Escuque (1968-1974)


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